El perfume en los siglos XVIII y XIX era un bien de lujo que sólo la élite podía permitirse. El nacimiento de la perfumería moderna se remonta a esta época, donde las fragancias se creaban combinando ingredientes naturales como flores, hierbas y especias. Aquí es donde comenzó el perfume tal como lo conocemos.

Tiendas de perfumes eran una vista común en los siglos XVIII y XIX. Estas tiendas eran a menudo pequeñas y pintorescas, con estantes llenos de frascos de perfume de intrincados diseños. Los comerciantes conocían las diferentes fragancias y sus ingredientes, y ayudaban a los clientes a encontrar el aroma perfecto que se adaptaba a sus preferencias. Esta es la época en la que se desarrolla la novela El perfume de Patrick Süskind.

 

Una de las fragancias más populares de la época fue perfume con jazmín. El jazmín era un ingrediente popular en los perfumes debido a su aroma dulce y delicado. A menudo se combinaba con otros aromas florales como rosas y azucenas para crear una fragancia compleja y sofisticada.

Crear un perfume en los siglos XVIII y XIX era un proceso meticuloso. Los perfumistas extraían aceites esenciales de ingredientes naturales, que luego se combinaban con alcohol para crear una fragancia. Estas fragancias a menudo se almacenaban en frascos ornamentados y se vendían en perfumerías exclusivas.

El perfume no sólo se utilizaba para la higiene personal sino también como una forma de realzar la belleza y el encanto. Las mujeres, en particular, se aplicaban perfume en el cabello, el cuello y las muñecas para atraer pretendientes. Se creía que el perfume de una mujer podía revelar su personalidad y su posición social.

En conclusión, el perfume en los siglos XVIII y XIX era una parte esencial del día a día de la élite. El nacimiento de la perfumería moderna se remonta a esta época, donde se combinaban ingredientes naturales para crear fragancias complejas y sofisticadas. Las perfumerías eran algo común y los perfumistas conocían las diferentes fragancias y sus ingredientes. Los perfumes con jazmín eran particularmente populares y las mujeres los usaban para realzar su belleza y encanto.